Optimo control de combustión, del nivel de agua y sistemas de seguridad, así como sistemas auxiliares.
Calderas trabajando bajo demandas cambiantes de producción.
Facil mantenimiento de los sistemas de medición y control, así como su actualización y migración.
Operación segura y con la máxima eficiencia (ahorro de costos).
Reducción de emisiones de gases contaminantes hacia el medio ambiente.
Integración de datos de variables en la caldera hacia sistemas de monitoreo de la planta (SCADA, DCS, MES, EMS).